miércoles, 6 de febrero de 2008

Seres vulnerables




Por: Ítalo Violo V.

Podemos definir la vulnerabilidad como aquello que se puede dañar o romper con facilidad. Fragilidad, debilidad. Una membrana es algo generalmente vulnerable como lo es una ventana de cristal.
También podemos decir que es la incapacidad de defenderse contra los ataques del enemigo.

Ciertos grupos de personas tienen estas características; niños ancianos, extranjeros, minorías étnicas, pobres, indigentes y discapacitados.

Cada grupo tiene sus propias características y por ello deben clasificarse por separado; no obstante, todos tienen en común el hecho de ser vulnerables. Por diferentes razones estas personas son blanco fácil de la agresión y de sufrir daño. Los niños por su inocencia y pequeñez, los ancianos por su debilidad, los extranjeros por causa de la xenofobia y porque generalmente las naciones los excluyen de la seguridad social, del acceso al trabajo, son blanco de persecución y expulsión, amen de que, en muchos casos, el desconocimiento de la lengua y su falta de profesionalización los coloca en desventaja respecto a los naturales. Sin analizar los porqués, los muy pobres e indigentes están desprotegidos ante cualquier amenaza, convirtiéndose ellos mismos, muchas veces en una amenaza social.

Otro grupo es el de las personas con discapacidades, el cual nos ocuparemos en analizar. Antes de definir la discapacidad llamaremos la atención a que desde siempre han sido discriminados e incluso se les ha tratado de exterminar. Sus propias características los coloca en un estado de indefensión. Una rápida conclusión nos lleva a decir que no son sus particularidades sino la ignorancia y la maldad de otros la que los pone en esa difícil situación.

El rechazo discriminante a quienes tienen limitaciones físicas o intelectuales traduce éstas en lo que llamamos minusvalía. Por ende la minusvalía es un hecho social negativo que no se produce en quien la padece sino en quienes le rodean.

Podemos realizar la siguiente sumatoria: Limitación + discriminación + rechazo y/o sobreprotección >> Minusvalía. Si analizamos estos elementos podemos decir que el minusválido es un ser dependiente incapaz de valerse por si mismo que se encuentra indefenso ante cualquier eventualidad. Es una grave carga social que empobrece a todos.

Afortunadamente es posible revertir la minusvalía; personas con limitaciones físicas o mentales siempre habrá y esto como un hecho natural del acontecer humano producto de la vejez, la enfermedad, accidentes laborales o por razones congénitas, sin embargo, con el tratamiento adecuado el impacto social puede verse reducido al mínimo.

La minusvalía se revierte con inclusión social producto de reconocer que las personas con limitaciones tienen el gran valor intrínseco que su propia humanidad les concede, además de que pueden agregar valor a la sociedad mediante muchas formas.

Lo primero y más importante es que reconocer el valor per se del individuo limitado confiere preciosas lecciones morales a sus congéneres que enaltecen a todos. Por otro lado, las personas con limitaciones físicas tienen capacidades similares para agregar valor material e intelectual a la sociedad. Pueden ocupar un lugar dentro de la diversidad humana, desempeñar las mismas funciones que el resto de las personas. Una persona en silla de ruedas puede ser profesional en casi cualquier área, tanto como un invidente o sordomudo. Quien esto escribe es una persona con todo su cuerpo inmóvil y es capaz de crear, escribir, pintar, dictar una conferencia, organizar un evento, etc.

Nuestra sociedad está lejos todavía de brindarles una perfecta inclusión, en gran medida porque la vulnerabilidad que padecen los ve expuestos a los ataques de personas inconcientes que no solo cierran sus puertas sino que son capaces de atacar, destruir y hasta matar al minusválido. Es pasmosamente increíble, como también asombrosamente frecuente, que muchos se aprovechan de la debilidad de la persona con limitaciones para saquearle, extorsionarle o dañarle físicamente.

Las personas con limitaciones están ganando espacios y están siendo lentamente incluidas, la minusvalía deberá convertirse en discapacidad que representa a personas con diferencias funcionales capaces de tomar las riendas de su propio destino. Seguirán siendo vulnerables, solo que aspiramos a que lleguen a tener la capacidad de defenderse mediante los mecanismos que el concurso de la sociedad esté dispuesta a desarrollar.

1 comentario:

Iván Tapia CONTARDO dijo...

Querido hermano Ítalo Violo: Sus palabras son de mucha inspiración y ánimo para todos los que hemos luchado por la integración e inclusión de las personas con discapacidad. Gracias por animarnos y enseñarnos una vez más, con palabras y hechos, en este duro y largo camino del samaritanado. Reciba nuestra gratitud y abrazo fraterno.